martes, 27 de julio de 2010

Espitinglis?


Hace unos días leíamos un interesante artículo en El País, en el que analizaban las razones por las que el españolito de a pie tiene tantos problemas con la lengua de "Chespir" (Shakespeare). Coincidimos con lo que se expone: nuestro número limitado de sonidos vocálicos, el doblaje de cine y televisión, la incorporación tardía de la enseñanza del inglés en nuestro sistema, etc. y además, añadimos un componente más, la "pereza lingüística" que tenemos.

En el citado artículo Fernando Galván, Catedrático de Filología Inglesa de la Universidad de Alcalá, se pregunta por qué nos cuesta tanto hablar inglés. ¿Es genético? Pues no. No es una cuestión genética, ni étnica. El hecho de que el porcentaje de españoles capaz de comunicarse fluidamente en inglés sea muy inferior al de la población nórdica, la germánica o incluso la de algunos países eslavos se debe a motivos de tipo cultural, educativo y también lingüísticos. En los culturales incluiríamos la "pereza lingüística" que mencionábamos antes. Nos da pereza aprender idiomas en cuanto detectamos alguna dificultad. Sobre todo con idiomas con los que no compartimos una base, como es el caso de los germánicos. Pero esto no es una excusa y el ejemplo nos lo dan nuestros vecinos de Portugal, que también hablan una lengua románica que viene del latín. Si bien es cierto que para los portugueses el sistema vocálico inglés es más fácil porque el portugués comparte con el inglés esa diversidad de sonidos vocálicos, también tiene que ver con factores culturales, como el de la exposición al idioma de estudio. En Portugal, como en la gran mayoría de países europeos, no se dobla nada. Aquí la dictadura decidió que todo tenía que pasar por el tamiz españolizante y se empezó a doblar para censurar.

Galván señala que es un hecho demostrado que una lengua se aprende más fácilmente si existe un entorno en el que los hablantes están expuestos a la lengua en múltiples circunstancias. No basta con las horas que dediquemos a aprender el idioma en el aula. ¿Cómo es posible que, después de tantas horas dedicadas al estudio, muchos de nuestros jóvenes sean incapaces de entender y de comunicarse en este idioma en situaciones de la vida cotidiana? Pues bien, el hecho importante es que, salvo en casos excepcionales o muy restringidos, la mayoría de nuestra población no está sometida al inglés hablado en casi ninguna circunstancia. Cuando el estudiante sale del aula, acaba su exposición oral al idioma. No lo escucha en la radio, ni en la televisión, ni en el cine. Estoy de acuerdo con esto en parte, yo me atrevería a decir que en algunos casos la exposición oral al idioma empieza fuera de clase (viendo videos en youtube de sus grupos favoritos, por ejemplo) y añado que una parte del problema también se centra en cómo se enseña el idioma. Sí, muchas horas, pero en clase la exposición oral al idioma es también muy limitada y además no se practica. Los motivos, muchos, por ejemplo la imposibilidad de realizar actividades de lengua hablada en clases numerosas. Pero este es un tema que dejaré para una entrada específica.

En fin, unas cosas por otras y tenemos la casa sin barrer y a los chicos saliendo del instituto sin saber comunicarse en lengua extranjera, que es de lo que se trata. Queda recomendado el artículo y son bienvenidos vuestros comentarios. Nos gustaría que compartiérais con nosotros cual ha sido y es vuestra relación con el inglés, que cambiaríais y que os gustaría encontrar en clase ;-)

Feliz martes y una canción.


4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola chicas

Este es un tema del que suelo hablar mucho con mis amigos. Siempre insisto en que es necesario exponerse al idioma "a pelo", es decir, ver películas y series en inglés y sin subtítulos.

Como ejemplo, deciros que yo lo hice con mi marido, cuando llegué de USA me había acostumbrado a verlo todo en versión original sin subtítulos, así que le convencí para hacer lo mismo en casa, y poco a poco fue mejorando su comprensión del idioma. Al día de hoy ya solo vemos películas y series en versión original, y creo que su nivel de comprensión ha aumentado considerablemente.

Esto se puede extender a la clase, si el doblaje es malo, los subtítulos te distraen del sonido y nunca aprendes.

Saluditos!

Vic dijo...

Exacto. Coincido con lo que dices. La clave está en quitar ese miedo absurdo a la versión original que tienen algunos, porque la realidad es que con una exposición regular se acaba entendiendo y apreciando.

Fernando G. Gutiérrez dijo...

Hola amigas.

Ya lei el artículo y eché de menos otro argumento, que también echo en falta aquí: la pésima metodología que se usa en la enseñanza reglada, colegios e institutos, en la enseñanza de segundas lenguas.

En mi zona, tras estudio, sabemos que hace pruebas orales (orales, hablar una lengua) menos del 10 % del profesorado.

Es fuerte!!

Vic dijo...

Gracias, Fernando, por opinar. estoy de acuerdo contigo en que además de lo señalado hay un problema de base metodológica y lo apunto muy por encima en este post al señalar que gran parte del problema está en cómo se enseña el idioma, pero creo que bien merece una entrada propia.

En mi exposición oral de la oposición critiqué duramente la metodología que se viene practicando en la enseñanza reglada. Mucho método comunicativo y lo primero que se olvida e ignoran son las destrezas puramente comunicativas como son la compransión auditiva y la expresión oral.
Y para más inri el profesorado no está por la labor de resolver este problema porque implica trabajar más o utilizar nuevas tecnologías. En fin, creo que voy a preparar una entrada al respecto para despacharme a gusto.

Un saludo