Hace poco una amiga, consciente de lo mucho que me gustan los cuentos y las ilustraciones, me regaló un cuentito de Teresa Giménez que se titula Los príncipes azules destiñen. Es un cuentito bien cortito pero con una moraleja tan importante. Aprender a quererse uno mismo es la clave para que todo lo demás en la vida vaya bien.
Es importante que a la hora de elegir lecturas para los niños incluyamos algún cuentito con moraleja de este tipo. Casi todos los cuentos las tienen, pero hay que actualizarlas para que no resulten desfasadas y se ajusten a la realidad que les rodea.
Y vosotros, ¿tenéis algún cuentito para recomendar? Feliz sábado.
Así que un buen día dejé de esperar. -No necesito un príncipe- me dije.
Y entonces ocurrió algo mágico. Mi corazón comenzó a llenarse y a expandirse, ¡parecía tener alas! Y de repente me dí cuenta de que todo este tiempo el amor había estado dentro de mí… Y yo no lo había visto porque estaba “esperando”.
Y entonces ocurrió algo mágico. Mi corazón comenzó a llenarse y a expandirse, ¡parecía tener alas! Y de repente me dí cuenta de que todo este tiempo el amor había estado dentro de mí… Y yo no lo había visto porque estaba “esperando”.
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