Visto en Grammar.net
Cuando aprendemos inglés, uno se decanta (en la medida de sus habilidades) por una variedad del inglés. Acento americano o británico principalmente, pero también irlandés, escocés o australiano, canadiense o sudafricano. Depende de dónde hayamos estudiado, de nuestros profes y de los métodos que hayamos utilizado. Poco a poco los métodos y textos incluyen material de todos los acentos y variedades y si no, la red nos los pone en bandeja en youtube, en podcasts, en mil sitios. Ya no es un problema la práctica de determinados acentos. Si uno ha estado acostumbrado al acento RP de Inglaterra, que es lo que predomina en los textos y material de EFL en Europa, en cuanto se le mete a un hablante americano en una listening de las de "examen", se echa a temblar. Con la globalización y la extensión e influencia de la cultura de los EEUU en la europea, las características del inglés norteamericano nos son cada vez más familiares y el entendimiento entre británicos y americanos no es tan complejo a pesar de las diferencias en pronunciación, grafías, etc. Os preguntaréis entonces por qué incido en la diferencia, pues bien, como bien dice al final de esta infografía: "The most important point to remember is cosistency. Many ESL speakers find they have a natural preference for one or the other". Si prefieres un acento, cíñete a ese acento, sé coherente. Si te sientes mejor con la pronunciación más relajada de los estadounidenses, perfecto. También es inglés. Huye de la dictadura del RP (Received Pronunciation) English. Eso sí, sé consciente de las diferencias en spelling o de vocabulario. No sabes menos inglés porque no suenes British ;-)
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