viernes, 31 de diciembre de 2010

2011


El 2010 ha dado para mucho y bueno. En la chica del menhir (a pesar de no haber podido publicar todo lo que queríamos) hemos estado atentos aprendiendo de y compartiendo con docentes y alumnos. Este año hemos emprendido la aventura más importante, profesionalmente hablando, que nos está dando muchas satisfacciones y muchas oportunidades. Esperamos mejorar (estrenaremos web) y acercarnos a vosotros diariamente en 2011.

Sólo nos queda agradeceros que os paséis por aquí y que algunos además opinéis, para nosotros es un honor.
Os deseamos un feliz año para seguir aprendiendo.



jueves, 16 de diciembre de 2010

Cómo aprender de los errores


Hemos querido compartir esta charlita, de 10 minutitos de nada, de una profe de Philadelphia, Diana Laufenberg, que habla de cómo se aprende de los errores desde su propia experiencia como alumna y como profesora.
El papel activo de los alumnos en el proceso de aprendizaje es fundamental, no vale con presentarles el input y esperar que lo procesen y lo asimilen sin equivocaciones, sino que se les debe implicar en el proceso de manera activa (hands-on experience). Tenemos que permitir que los alumnos se equivoquen.

Los conceptos claves a tener en cuenta para tener éxito en el proceso de enseñanza/aprendizaje son: experiential learning, student voice, embracing failure.

"Learning has to include an amount of failure. Because failure is instructive". Nosotros compartimos esta visión de la enseñanza-aprendizaje. Comments are welcome.


pd Gracias a Miguel por el chivatazo ;-P

sábado, 11 de diciembre de 2010

Cuentos que educan


Hace poco una amiga, consciente de lo mucho que me gustan los cuentos y las ilustraciones, me regaló un cuentito de Teresa Giménez que se titula Los príncipes azules destiñen. Es un cuentito bien cortito pero con una moraleja tan importante. Aprender a quererse uno mismo es la clave para que todo lo demás en la vida vaya bien.
Es importante que a la hora de elegir lecturas para los niños incluyamos algún cuentito con moraleja de este tipo. Casi todos los cuentos las tienen, pero hay que actualizarlas para que no resulten desfasadas y se ajusten a la realidad que les rodea. 

Y vosotros, ¿tenéis algún cuentito para recomendar? Feliz sábado.

Así que un buen día dejé de esperar. -No necesito un príncipe- me dije.
Y entonces ocurrió algo mágico. Mi corazón comenzó a llenarse y a expandirse, ¡parecía tener alas! Y de repente me dí cuenta de que todo este tiempo el amor había estado dentro de mí… Y yo no lo había visto porque estaba “esperando”.