En TEFL Geek hemos encontrado esta interesantísima e ilustrativa entrada sobre el RP (Received Pronuntiation) English y la conveniencia de enseñarlo como estándar a alumnos de inglés como lengua extranjera.
Justamente el pasado fin de semana conversaba con mis compañeros de trabajo sobre esto. Ellos no hablan RP English, ya que corresponde a un grupo muy reducido de hablantes de inglés localizados en el sureste de Inglaterra, con una educación y un estatus específicos. El resto de angloparlantes tiene algún acento más o menos marcado según la región de la que provengan, eso sin tener en cuenta el inglés que se habla en Escocia, Gales, Irlanda, América, Australia, Canadá, etc. El debate estaba en: ¿debe enseñarse el RP como estándar? ¿Qué pasa si enseñamos otras variedades del inglés? ¿Qué pasa si el profe tiene acento de Liverpool y es incapaz de articular sonidos vocálicos propios del RP? ¿Es menos inglés? Desde luego que no. Da igual si tu profe es americano, de Australia, Carabanchel o del mismito Cambridge. No hay que mezclar, porque una cosa es tener acento y otra es hablar mal o con un uso excesivo e indebido de jerga local que dificulta la comprensión incluso entre nativos.
Los textos y materiales hace tiempo que reflejan la pluralidad de acentos y variedades del inglés y no se limitan al BBC English o Queen English. Pero RP no es sólo eso. Enseñar RP English en clase de EFL es muy útil, ya que es un inglés libre de peculiaridades de pronunciación y vocabulario que pueden meter en muchos líos a un hablante en niveles iniciales e intermedios de EFL. Por eso se recomienda para trabajar en áreas como la salud, o los controladores aéreos, por poner casos de peso. La claridad prima para evitar malentendidos.
Justamente el pasado fin de semana conversaba con mis compañeros de trabajo sobre esto. Ellos no hablan RP English, ya que corresponde a un grupo muy reducido de hablantes de inglés localizados en el sureste de Inglaterra, con una educación y un estatus específicos. El resto de angloparlantes tiene algún acento más o menos marcado según la región de la que provengan, eso sin tener en cuenta el inglés que se habla en Escocia, Gales, Irlanda, América, Australia, Canadá, etc. El debate estaba en: ¿debe enseñarse el RP como estándar? ¿Qué pasa si enseñamos otras variedades del inglés? ¿Qué pasa si el profe tiene acento de Liverpool y es incapaz de articular sonidos vocálicos propios del RP? ¿Es menos inglés? Desde luego que no. Da igual si tu profe es americano, de Australia, Carabanchel o del mismito Cambridge. No hay que mezclar, porque una cosa es tener acento y otra es hablar mal o con un uso excesivo e indebido de jerga local que dificulta la comprensión incluso entre nativos.
Los textos y materiales hace tiempo que reflejan la pluralidad de acentos y variedades del inglés y no se limitan al BBC English o Queen English. Pero RP no es sólo eso. Enseñar RP English en clase de EFL es muy útil, ya que es un inglés libre de peculiaridades de pronunciación y vocabulario que pueden meter en muchos líos a un hablante en niveles iniciales e intermedios de EFL. Por eso se recomienda para trabajar en áreas como la salud, o los controladores aéreos, por poner casos de peso. La claridad prima para evitar malentendidos.
De ese debate concluíamos que primero, los alumnos deben ser conscientes de la existencia de estos acentos y variedades y estar expuestos a ese valioso input para favorecer la comprensión del idioma en general, sea cual sea la procedencia del hablante, ya venga de Oxford o Blackpool. Lo segundo es que se les debe aconsejar que se decanten por una y no las mezclen para que no suene tan artificial. Es decir, si te decides por BE(British English) sé coherente y no mezcles vocabulario o peculiaridades gramaticales con el inglés americano (AmE) o cualquier otro, por poner un ejemplo. Pero no hay que demonizar el RP English porque, en mi humilde opinión, es la variedad neutra que se debe aprender como base, del mismo modo que se enseñan en el resto de idiomas (OJO se les debe exponer a los acentos desde el principio) Una vez el alumno ha llegado a un control avanzado del idioma es su elección hablarlo cómo quiera. Y si tu profe tiene acento de Liverpool o de York pues bienvenido sea, siempre que hable correctamente.
El debate está servido.