Al volver del trabajo me he encontrado con profes protestando contra la obligación de impartir Educación para la Ciudadanía en inglés.
En la sala de profesores hemos estado hablando del tema, y los alumnos nos han contado lo patético de estas clases con traductor o "vehiculador" de inglés, como el señor Camps los ha denominado.
En la sala de profesores hemos estado hablando del tema, y los alumnos nos han contado lo patético de estas clases con traductor o "vehiculador" de inglés, como el señor Camps los ha denominado.
Como profesional del gremio, y precisamente de inglés, debo decir que Education for Citizenship es una de las mayores chapuzas de la historia. Por qué será que la educación en este país es la que tiene que pagar las consecuencias de planes educativos llenos de agujeros y experimentos como el ideado por el señor Camps, para una asignatura que no es una tontería.
El partido del señor Camps ya montó un guirigay con la inclusión de Educación para la Ciudadanía en el curriculo y esto es añadir más leña al fuego. Unos por otros y la casa sin barrer. Profes, padres y alumnos están revolucionados y si hay protesta, siempre se tiene la pancarta a mano. Y esto es muy triste porque el problema es mucho más profundo.
La realidad es que la enseñanza de idiomas en España es un desastre. Nuestros niños empiezan a estudiar inglés desde infantil, pero al llegar a bachillerato no saben decir una frase completa. No voy a enumerar las medidas que podrían tomarse para que este aprendizaje de lenguas empiece a ser efectivo, porque tengo la esperanza de que con el Plan Bolonia lleguen los cambios (aunque no todos los cambios que trae Bolonia sean muy buenos que digamos). Es necesario un cambio estructural de la asignatura empezando desde primaria.
Pero volviendo al tema que nos ocupa, si tenemos en cuenta el nivel de inglés de los alumnos de la ESO, que son los más perjudicados en esta historia, no se entiende que se les obligue de repente a pasar del present continuous a estudiar una asignatura en esa lengua. Si nuestros niños tuvieran una buena formación en idiomas este sería otro cantar. Uno de mis alumnos decía en clase esta tarde: "Para qué vamos a prestar atención a la de inglés (entiendase con "la de inglés" a la pobre profe) si sabemos que tenemos la versión en español". Otro añadió: "Yo cuando habla la de inglés desconecto".
Y yo pensaba en esa pobre profesora traduciendo, que no es su labor, y al profe de filosofía con cara de poker mientras se acostumbra a la traducción simultánea...
Con esto no gana nadie y todos salen perjudicados. Los alumnos no aprenden ni en español ni en inglés y los profes se enfrentan a "expedientes disciplinarios".
En fin, tenemos tema para rato.
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