Este verano tuve el placer de leer este estupendo artículo de Tatiana Gunko en Didáctica, ¿Profesor nativo o no nativo? He ahí la cuestión. Y he de decir que suscribo casi al 100% lo que dice y no quería dejar de compartirlo con vosotros en el blog.
Los profes de idiomas tenemos que demostrar siempre el triple en academias y centros de idiomas que los compañeros nativos (con o sin formación docente e incluso sin formación de ningún tipo) porque se tiene la creencia de que el nativo, por decreto, siempre va a ser mejor. De momento yo tengo la suerte de que en mi trabajo me siento igual de valorada que mis compañeros nativos. Disfruto compartiendo experiencias y aprendiendo con ellos. No puedo quejarme. Pero el problema, más que los compañeros docentes nativos, son algunos padres/ alumnos que tienen la idea prejuiciosa de que o el profe es nativo o sus niños no aprenden. Afortunadamente hay otros que sólo valoran si haces bien tu trabajo y no cuál es tu lengua materna. El debate está servido.
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